En efecto, sólo queremos examinar
imágenes muy sencillas, las imágenes del espacio
feliz. Nuestras encuestas merecerían, en esta orientación, el nombre de topofilia. Aspiran a determinar el
valor humano de los espacios de posesión, de los espacios defendidos contra
fuerzas adversas, de los espacios amados. Por razones frecuentemente muy
diversas y con las diferencias que comprenden los matices poéticos, son
espacios ensalzados. A su valor
de protección que puede ser positivo, se adhieren también valores imaginados, y
dichos valores son muy pronto valores dominantes. El espacio captado por la imaginación
no puede seguir siendo el espacio indiferente entregado a la medida y a la
reflexión del geómetra. Es vivido. Y es vivido, no en su positividad, sino con
todas las parcialidades de la imaginación. En particular, atrae casi siempre.
Concentra ser en el interior de
los límites que protegen.
(Bachelard, 1957, p.22)
El presente trabajo de investigación plantea una aproximación a un
objeto cotidiano presente en casi todos nosotros: la casa. No se considera, en
cambio, como un objeto cualquiera, sino que en este contexto adquiere múltiples
caracteres.
Uno de los principales intereses de este proyecto radica en narrar
mediante diferentes dibujos cómo eran y son los diferentes espacios que hemos
habitado desde nuestra infancia. Empleando así la vivienda como excusa para analizar
la concepción del espacio, cómo lo percibimos e imaginamos y cómo nos
relacionamos con él. Destacando así ese espacio inventado donde entran en juego
nuestros recuerdos, vivencias y como no, el reflejo de nuestro modelo cultural.